La progresiva digitalización de las empresas está llevando a muchas de ellas a buscar soluciones para hacer frente a un crecimiento exponencial de sus centros de datos (CPD).

De hecho, no es extraño encontrarse con responsables de IT que han de lidiar en su día a día con los problemas que surgen en torno a instalaciones que se han quedado pequeñas, obsoletas y que cada vez resultan más costosas de mantener. Así que, la solución que encuentran pasa por el traslado del CPD a un centro de datos mayor.

¿Por qué plantearse el traslado del CPD?

Las razones que se pueden esgrimir para optar por esta “mudanza” son muchas y responden a los nuevos paradigmas tecnológicos, basados en los servicios, en la nube, en la necesidad constante de escalabilidad…

De hecho, la mayor parte de ellas no pasarán inadvertidas para cualquier responsable de IT, ya sea en una migración a un centro de datos externo o a uno propio, pero de mayor magnitud. En este sentido, la más destacada de todas es la reducción de los costes de mantenimiento, de seguridad, energéticos…

Por un lado, si se trata de un CPD externo perteneciente a un proveedor de servicios, no cabe duda de que esos gastos “desaparecen” y forman parte del pago global que se hace por el alojamiento, apostando por despreocuparse de cuestiones como la seguridad o la necesidad de más espacio físico.

Y por otro, si se trata de un traslado a nuevas instalaciones de la propia empresa, estas ya estarán preparadas de acuerdo con las últimas normativas legales, con lo que se optimizarán los costes de todo tipo.

¿Por qué confiar el traslado a un servicio profesional?

Una vez que se ha decidido dar el paso de trasladar el CPD, llega el momento de poner en marcha una operativa realmente compleja, puesto que los sistemas de una compañía no pueden pasar demasiado tiempo apagados o desconectados.

Dicha operativa requiere desmontar la infraestructura, empaquetarla, transportarla y volverla a instalar… y todo ello en un intervalo de dos a cinco días. No cabe duda de que este proceso requiere una exhaustiva planificación, personal especializado, los medios necesarios para que los equipos no se dañen.

Por lo tanto, la mejor opción es confiar en un proveedor capaz de realizarlo en los plazos estipulados y con todas las garantías. De ese modo se eliminan de un plumazo los problemas que puedan surgir al realizar los inventarios de conexiones y equipamiento, al adquirir herramientas y equipamiento para mover los servidores, o al llevar a cabo el embalaje, el transporte y el posterior montaje.

Aunque cualquiera pueda creer que si lo hace el propio equipo técnico de la empresa se van a ahorrar costes, nada más lejos de la realidad, ya que esos empleados deberán abandonar sus quehaceres diarios y además es probable que no dispongan de la infraestructura ni la experiencia necesaria para llevar a cabo el traslado en tan corto espacio de tiempo con el riesgo que ello conlleva.

¿Qué ofrece un servicio de traslado de CPD como el de ITWISE?

La respuesta más breve a esta pregunta es que desmontamos los equipos, los transportamos y los volvemos a montar para que reanuden sus funciones lo antes posible.

Obviamente, detrás de esta sencillez de argumentos hay un trabajo y una planificación concienzuda, que es lo que más valoran los responsables de IT de las empresas, pues saben que dejan el corazón del negocio, que es el CPD, en buenas manos. Y es que es muy importante contar con un proveedor especialista capaz de realizar el proyecto con garantías, empleando metodologías ITIL y respondiendo a los estándares ISO de calidad, medio ambiente o sostenibilidad, por poner solo algunos ejemplos significativos.

La Clave es la planificación

Método y planificación, eso es lo que ha de ofrecer el proveedor, ya que solo de ese modo se va a conseguir el objetivo marcado.

En ITWISE llevamos a cabo un completo estudio del escenario, analizando cada una de las circunstancias e identificando cualquier tipo de riesgo que pueda aparecer durante las diferentes fases del proyecto. Esto no solo pone las bases de un buen trabajo, sino que además tranquiliza a la empresa, pues constata que el traslado de su CPD está en buenas manos.

Una vez que el plan está claro, se realiza el etiquetado, desmontaje, embalaje y transporte a la nueva ubicación, utilizando para ello vehículos especialmente preparados para que los equipos desenrackados no sufran daño.

El siguiente paso es realizar el montaje y conexionado de los dispositivos en las nuevas instalaciones. Finalmente, se comprueba que el funcionamiento es el correcto y se le suma la limpieza y la validación de condiciones ambientales.

A partir de ese momento, la empresa habrá realizado el traslado de su centro de datos con éxito minimizando el impacto en sus procesos de negocio.